La Concejalía de Patrimonio Arqueológico, que dirige la vicealcaldesa en funciones Ana Belén Castejón, ya ha puesto en marcha las excavaciones de la nueva fase de la recuperación del Anfiteatro Romano de Cartagena. Tal y como ha explicado Castejón, “el pasado 1 de junio comenzaron los trabajos arqueológicos en el interior de la plaza de toros enfocados a la recuperación del sector suroeste del Anfiteatro”. 

Con este fin, en esta intervención, se encuentra un equipo de tres arqueólogos, bajo la dirección del profesor Jose Miguel Noguera y la profesora de la UNED María del Carmen Berrocal que, junto al arqueólogo Francisco Fernández Matallana, integran la dirección técnica arqueológica de las excavaciones en el edidficio de espectáculos.

Hasta ahora, las obras han consistido en la retirada de los niveles de escombros, fundamentalmente esquistos y filitas, que son el resultado de picar la roca natural del Cerro de la Concepción en el siglo XIX para llevar a cabo la cimentación de la plaza de toros. Para ello, los arqueólogos se han servido de la maquinaria necesaria para retirar estos amplios volúmenes que ocultan el edificio de espectáculos. 

“Los trabajos realizados han permitido conectar los sondeos ya abiertos que están situados en los ejes mayor y menor del Anfiteatro del siglo I y, a pesar de que la excavación ha comenzado hace escasos días, ya se ha podido documentar el podium de sillares de arenisca, que servía de separación entre la arena en la que se desarrollaba el espectáculo y el graderío donde estaban sentados los espectadores”, ha afirmado la vicealcaldesa. 

Un muro que alcanzaría más dos metros de altura y del que, hasta el momento, se ha documentado un tramo formado por dos hiladas de sillares de arenisca  y sobre el que los arqueólogos tienen todavía mucho que investigar. “Asociado a este muro, se ha localizado también el acceso al interior de una de las dependencias que se empleaban en el espectáculo y que fue reutilizada en el siglo XVIII”, ha indicado.

El proyecto contempla no sólo esta excavación, sino también los trabajos de conservación y restauración del monumento, así como su puesta en valor, que permitirá poder abrir el monumento al público. Para ello trabaja un amplio equipo profesional dirigido por el arquitecto Andrés Cánovas, con un período de ejecución de unos 10 meses.

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