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Desarticulado en Cartagena un grupo organizado especializado en estafas en la red con diversos modus operandi

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En la ciudad de Cartagena

La Policía Nacional desarticula un grupo organizado especializado en estafas en la red con diversos modus operandi

Utilizaban identidades ficticias para contratar productos financieros con los que adquirían criptomonedas que transferían de unas cuentas a otras para impedir su rastreo

Los investigadores también detectaron que denuncias formuladas ante la Policía eran falsas, y que los denunciantes no eran víctimas, sino partícipes de una trama criminal con infinidad de particulares afectados

Habían convertido un piso turístico del casco antiguo en su centro neurálgico. Se intervinieron 35 DNI falsificados, ordenadores de alta gama, una impresora para falsificar DNI y tarjetas bancarias, numerosa documentación ficticia y 40 móviles empleados en las estafas.

Cartagena, 05 de mayo de 2021. Agentes de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Cartagena han procedido a la detención de siete españoles de entre 22 y 29 años, y una mujer venezolana de 24 años de edad, como presuntos autores de delitos de estafa, falsificación de documentos y pertenencia a organización criminal. Además, hay otros dos encartados que actualmente se encuentran en prisión y otros dos fueron encausados por su presunta participación en los hechos.

Las investigaciones se iniciaron en septiembre de 2019 a raíz de la falsa denuncia formulada en la Comisaría de Cartagena por una joven. Manifestaba la supuesta contratación fraudulenta a su nombre de una cuenta bancaria y varias tarjetas de crédito, con las que personas desconocidas habrían hecho, según el relato de la mujer, compras online por un valor de unos 3.000 euros.

Esa denuncia sirvió a los agentes del Grupo de Delitos Económicos y Tecnológicos de la Policía Nacional para iniciar lo que se considera la investigación de más calado realizada en esta ciudad contra las estafas en la red, sin que hasta el momento haya sido posible, por sus dimensiones, cuantificar el volumen de lo estafado.

Tras esa denuncia llegaron otras similares, en las que las supuestas víctimas afirmaban que alguien se había hecho con el acceso a la banca online de sus cuentas y las había estado utilizando, cuando realmente eran los miembros de la organización los dobles beneficiarios; por un lado recibían el artículo adquirido en la red, normalmente electrónica de alta gama, y además, el banco les resarcía al aparentar ser víctimas de una estafa.

Los denunciantes, lejos de ser víctimas, eran partícipes del hecho delictivo perpetrado por el grupo organizado, cuyo cometido principal era estafar tanto a las entidades bancarias como a particulares.

Diversos modus operandi

Entre ellos, la contratación de cuentas con identidades ficticias con las que adquirían criptomonedas con cargo al crédito ofrecido por las entidades para posteriormente realizar varios traspasos entre diferentes criptocarteras por medio de neobancos, bancos 100% digitales accesibles mediante apps móviles o plataformas-, dificultando así el seguimiento del dinero.

También llevaban a cabo estafas a particulares en la modalidad conocida como “phising”, engañando a la víctima mediante el uso de softwares informáticos para que revelase información personal confidencial relativa a su banca on-line y con ello, una vez con el control de la cuenta bancaria de los perjudicados, transferir su dinero a otras cuentas -bien de su titularidad o bien ficticias- a las que tenían acceso. Las víctimas de este modus operandi se encuentran repartidas por todo el territorio nacional.

Registro de su centro neurálgico

Los investigadores lograron localizar el lugar donde tenían establecido su centro neurálgico desde el cual desarrollaban incesantemente su actividad criminal, tratándose de un apartamento turístico ubicado en el centro de Cartagena y que el cabecilla del grupo había alquilado con una identidad ficticia. En el registro practicado se pudieron intervenir, entre otras cosas, 35 DNI falsificados, ordenadores portátiles de alta gama, una impresora de tarjetas con la que se falsificaban DNI y tarjetas bancarias, y 40 terminales móviles, adquiridos de forma fraudulenta y asociados a identidades ficticias, lo que permite imaginar el volumen de sus actividades.

Pendiente de cuantificar el valor de lo estafado

Los detenidos contaban con antecedentes por delitos de robo con violencia, hurto, y el líder del grupo además por homicidio; varios de ellos habían sido detenidos también por tráfico de drogas. En este sentido es de reseñar que se está detectando a nivel nacional un abandono de las actividades de tráfico de drogas, por delincuentes que prefieren dedicarse a las estafas en la red, que generan también enormes beneficios pero que están castigados con penas inferiores.

Hasta el momento el valor de las estafas detectadas supera los 100.000 euros, si bien la investigación continúa en marcha y se presume que el valor total sea mucho mayor. Hasta que las investigaciones en curso no se concluyan no será posible determinarlo con exactitud.