Cazurreando

CAZURREOS VII

 

  • Borja, desbordado. Últimamente había alabado cómo le había ido el equipo, su acierto leyendo al rival y sus interpretaciones del juego, pero ante el Castellón se estrelló. Fue un cúmulo de despropósitos desde el inicio. Su estrategia fue equivocada ofreciendo al rival autopistas donde pudo ofertar asfalto accidentado. Hay que ser justos y pensar (y opinar) que la derrota hizo más daño por la forma que por el fondo.
  • El Castellón, desatado. Venían los de Óscar Cano de hacer dos goles en seis partidos y ante el Cartagena igualaron esos números. Una machada que encubre un desaguisado defensivo de los que dañan a la vista. Fue, posiblemente, el peor partido de los zagueros de Borja. Erráticos, fuera de sitio y regalando más que nunca. Si además unes una falta de intensidad brutal…
  • La banda diestra, asignatura pendiente. David Simón empezó la campaña, pero se está enquistando su juego con el paso de los partidos. Sus prestaciones en los últimos choques muestran carencias de manual. Lo de Delmás se intuía. Falto de confianza desde el banco, el jugador asume sus minutos como una reválida donde las emociones cuentan más que el talento. Aprovechable al máximo, afronta sus partidos sabiendo que la espada que le acaricia el cuello comienza a sentirse muy afilada.
  • Los claves, los de siempre. Se ve con el paso de los partidos, pero hay varios jugadores que son fundamentales en el dibujo del equipo, y en su mayoría son repetidores. Si exceptuamos a Gallar y Rubén Castro, los que mantienen el listón de la regularidad son Marc, Andújar -flojo en este choque-, Jurado y Elady. Todos los demás deberían pivotar alrededor de esa columna vertebral que alimenta en exceso el juego y el valor de los cartageneros.
  • Jugadores incómodos. Y hablo de falta de confortabilidad sobre el césped, donde se ve a muchos de ellos exprimir su físico en zonas donde el talento no se mide. La lectura de los choques desde el banco tampoco ayuda. Y luego hay jugadores que corren más de lo que deben, sin brújula. Alguno fue cambiado.
  • Contra defensas de cinco. Presentan los albinegros una incapacidad manifiesta para sacar partido en estas condiciones. Pretender tirar de oficio con laterales sin fondo ofensivo hace más daño en la línea de flotación propia que en la del rival.
  • Y el calendario tampoco ayuda. Y con eso no digo que el Cartagena no sea capaz de algo que sí puede superar, sobre todo al rival, pero es ahora cuando igual pueden los de Borja sacar partido sin la presión de los resultados contra equipos hechos para ascender. Rayo, Español o Mallorca no son de su liga y se deberían interpretar los partidos como bancos de pruebas. No todos pueden rascar ante equipos de entidad, aunque ojalá lo hagan los albinegros.
  • 9 partidos y 12 puntos. Esos son los que quedan para acabar la primera vuelta. Terminar la primera vuelta con 27 puntos sería una nota notable para un recién ascendido. Con esos números, y repitiendo en la segunda vuelta -incluso con alguno menos-, se lograría la permanencia. Ganar 4 partidos de nueve es asequible para los de Borja. Vamos a por ellos.