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Las actividades físicas más adecuadas

¿Quiénes son consideradas las personas adultas responsables?
Aquella persona mayor de edad que conviva en el mismo domicilio con el niño o niña actualmente, o se trate de una persona empleada de hogar a cargo del/a menor. Cuando sea una persona diferente de progenitores, tutores, curadores, acogedores o guardadores legales o de hecho, deberá contar con una autorización previa de éstos.

Te aconsejamos que si tienes cualquier duda sobre cuáles son las actividades físicas más adecuadas para los/as menores de tu entorno, no dudes en ponerte en contacto con profesionales cualificados, es decir, con educadores/as físico deportivos/as. Comprueba que la persona con la que te has puesto en contacto cumple todas las garantías profesionales en el buscador colegial.
CONSEJOS BÁSICOS
1. El entorno familiar determina los hábitos

Padres, madres y/o tutores/as se convierten ahora mismo en actores fundamentales para el fomento de la actividad física. Una actitud positiva del entorno cercano de los/as menores, con motivación, apoyo, ejemplo e involucración, es fundamental para que estos/as niños/as y adolescentes sean suficientemente activos.
2. Un paseo está bien, pero no es suficiente

Las oportunidades de los/as menores en confinamiento para el desarrollo de las habilidades y destrezas motrices se han visto mermadas, por lo que es importante que las personas adultas responsables de las salidas las fomenten, contribuyendo al desarrollo integral y la competencia corporal, necesaria en la vida adulta tanto para la práctica físico-deportiva saludable y segura, como para el desempeño en las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria.

Por eso, los/as niños y adolescentes, además de caminar en estas salidas, deben desarrollar otras habilidades motrices (corriendo, saltando, desplazándoses en diferentes direcciones, girando, realizando equilibrios, esquivando…). Pero no solo eso, en casa, se deben seguir realizando aquellas acciones que quizá no puedan o deban desarrollarse todavía en la calle (lanzamientos, recepciones, empujes, tracciones, etc.).
3. Reto: superar todos los días el mínimo de AF recomendada

El objetivo mínimo diario en niños/as de más de 5 años es alcanzar 60 minutos de actividad física de intensidad moderada a vigorosa. La actividad física moderada es aquella que permite mantener una conversación, pero con cierta dificultad, mientras que la actividad física vigorosa no permite mantener una conversación debido al aumento de la frecuencia respiratoria y cardíaca. Las salidas a la calle, con límite de una hora, permiten alcanzar estas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud con mayor facilidad.

Más aún, en el caso de los niños y las niñas de menos de 5 años deben moverse al menos 3 horas al día, con cualquier grado de intensidad, aumentándola conforme vayan haciéndose más mayores (‘Estilos de Vida Saludable’, Ministerio de Sanidad). Es importante establecer que para alcanzar el tiempo recomendado es posible fraccionarlo en varios periodos si es imposible hacerlo de forma continua.
4. Las actividades deben adaptarse

Los/as niños/as no son adultos en miniatura, así que las actividades deben estar adaptadas a ellos. El juego es un recurso inestimable para aumentar los niveles de actividad física en los/as niños/as y, por supuesto, para el aprendizaje.

Los educadores/as físico deportivos/as, entre los que se encuentra el profesorado de Educación Física, así como los/as maestros/as de EF, conocen el desarrollo motor de los/as menores, adaptan las actividades a éstos y saben cuándo y cómo es el momento de implementar según qué retos motrices. Por ello, si no eres profesional de la EF, te proponemos una serie de recursos desarrollados por profesionales para ayudarte con los más pequeños durante las salidas que a partir de ahora se permiten. Ver espacio ‘Salimos de casa’.

5. Consideraciones sobre juguetes, materiales y equipamientos urbanos

En relación con las salidas con bicis, patinetes y juguetes se debe tener en cuenta que al volver a casa es muy importante seguir las recomendaciones específicas para su desinfección y así poder evitar contagios (ver las recomendaciones del Ministerio de Sanidad para evitar llevar el virus a casa).

Materiales como pelotas, volantes o frisbees pueden ser recursos muy útiles para el juego al aire libre. Sin embargo, en esta primera fase, al estar en contacto continuamente con el suelo, en las vías o espacios de uso público deben utilizarse con seguridad y cautela, siendo mejor su uso en casa.

Es conveniente también evitar, en la medida de lo posible, realizar actividades que impliquen estar en contacto con equipamiento urbano como bancos, pivotes, muros, etc., ya que aún con protección, durante el espacio de tiempo de la salida pueden darse descuidos que pueden llevar a aumentar el riesgo de propagación.
6. Al llegar a casa…

Por supuesto, al llegar a casa es fundamental cuidar la limpieza y desinfección (sigue los consejos del Ministerio de Sanidad). Este momento puede ser una oportunidad para fomentar los hábitos de higiene en los/as niños/as, así como para corresponsabilizarles en las tareas de limpieza en casa. Éstas últimas son de especial interés para que los/as menores sigan sumando minutos al contador de la actividad física diaria, así como restándoselos al de sedentarismo y tiempo de pantalla.
Fuente: Consejo Colef