La Isla Mágica – Bowie Para El Ermitaño (10)

De las características del camaleón, quizá la más conocida sea la capacidad que tiene de cambiar el color de su piel para mimetizarse con su entorno y, así, pasar desapercibido. Pues bien, eso es precisamente lo que pretendía el más camaleónico de los artistas del mundo de la Música, David Bowie, cuando decidió formar el grupo Tin Machine, allá por 1988. La idea era que Bowie sería un miembro más de la banda, teniendo así un … relativo anonimato. Y digo ”relativo” porque, en este caso, un camaleón de esta magnitud no puede esconderse fácilmente.

Esta noche os traemos el décimo capítulo de nuestra serie dedicada a David Bowie, en el cual trataremos los dos álbumes de estudio que Tin Machine publicó en su efímera carrera (1988-1992). He de decir que cuando adquirí los discos no encontré en ellos casi nada que me gustara, por lo que los puse en el sitio que les correspondía (no en la ”T”, sino en la ”D”, entre los álbumes de David Bowie, por supuesto). No recuerdo haberlos escuchado de nuevo, pero al tener que … ”estudiarlos” para este programa, reconozco que he podido descubrir la calidad que encierran, la cual no supe ver en su día. Es muy posible que me influyera el hecho de que Bowie, en ese proyecto, pretendía … ”esconderse” entre las filas de un grupo, en vez de seguir representando el papel de siempre: el de David Bowie. Ahora, con el tiempo, por suerte he sido capaz de ”ver al Camaleón”, por mucho que intentara camuflarse. Os invito a que lo descubráis vosotros también.