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Un muro llamado Guillermo

Guillermo Cervantes Saura. Portero Juvenil A de 18 años. Natural de Cartagena, su trayectoria deportiva pasa por equipos como Santa Ana, Cartagena FC dos temporadas (último año de cadete y primero como juvenil) y de nuevo Santa Ana un breve periodo hasta aterrizar el pasado mes de agosto en las bases del FC Cartagena.

Esta temporada con el equipo albinegro, ha logrado mantener la portería a cero en las cinco primeras jornadas. Tras cuatro victorias (Progreso, Real Murcia, Atlético Cabezo de Torres, ADM Lorquí) y un empate (Beniaján) el conjunto cartagenero dirigido por Juanfra Madrid se sitúa segundo en la tabla clasificatoria del grupo X de Liga Nacional Juvenil con 13 puntos, sólo superado por el Lorca CF B. El joven guardameta espera “seguir sin encajar” gol en el próximo partido frente al Huercal-Overa CF (sábado a las 17h).

¡Hoy conocemos a Guillermo Cervantes!

¿Cómo se siente?: Me gusta mucho esta situación porque la gente reconoce el trabajo realizado. Eso al final te agrada, hace que te sientas mejor, tengas ganas de seguir hacia adelante y jugar mejor al fútbol. Es una motivación extra. Además de ser una experiencia bonita por la satisfacción del trabajo bien hecho no sólo del portero en sí, sino de todos los compañeros.

¿Había tenido un comienzo de temporada igual?: No. Sinceramente nunca había dejado tantos partidos la portería a cero. Lo máximo que había conseguido hasta la fecha fueron dos partidos seguidos en mi etapa con el Santa Ana.

De los partidos disputados con el juvenil A, ¿cuál le ha resultado ‘más fácil’?: El primer partido de Liga contra el Progreso porque no tuve casi que hacer ninguna intervención. Durante todo el partido jugué más con los pies que con las manos, excepto dos tiros que fueron asequibles y los paré sin dificultad.

 ¿Y el más difícil?: Ha habido dos partidos: Lorquí y Beniaján. El campo de Lorquí fue muy difícil porque era césped natural y estaba en malas condiciones. Tuve que actuar tres veces casi seguidas y gracias a esas paradas logramos sumar los tres puntos. Y contra el Beniaján, aquí en casa, hubo dos intervenciones bastante significativas que podrían haber marcado la diferencia entre empatar o perder.

¿Cómo logra controlar los nervios en los partidos?: Intento concentrarme lo máximo posible porque hay veces que te distraes y al ser el último un fallo tuyo, se nota mucho. Somos personas y la mente a veces la tienes en otro sitio. Para ello, suelo hablarle mucho al equipo para transmitir seguridad y concentrarme en lo que pasa durante el partido. En los partidos importantes, cuando vamos en el autobús de camino al campo me pongo música para controlar las mariposas del estómago.

¿Con qué portero se identifica? ¿Cuál es su referente?: Iker Casillas desde siempre ha sido un icono para mí porque ha sido el capitán del Madrid, de la Selección Española, es una gran persona y un gran profesional. También hay otro portero que me ha marcado como es el caso de la etapa de Courtois en el Atlético de Madrid. Me gustaba porque lo veía bastante seguro y para su altura es muy ágil. Y estos últimos años miro la figura de Keylor Navas porque es rápido en los unos contra uno como yo. A Keylor le llaman ‘el gato’ y a mí a veces también me llaman así.

¿Qué recalcaría de usted como guardameta?: Soy un portero que intenta sacar todo lo mejor de sí mismo y en lo que puedo destacar es en los unos contra uno. Soy bastante ágil y ligero en cuanto a los saltos, e intento siempre leer bien las jugadas.

¿Y sobre el equipo?: El compañerismo y el apoyo que hay entre nosotros. Lo que he percibido en este equipo, y no en otros, ha sido la forma férrea y dura de defender en la que todos vamos a una. Somos muy compactos y de eso me di cuenta en el primer momento desde que llegué. En cuanto a nivel personal, estoy muy contento con mis compañeros porque desde que llegué me acogieron bastante bien y estoy muy cómodo. Hay buen rollo y aquí he hecho amigos que considero ya como familia.

¿Y de Álvaro García, su compañero en la portería?: El mérito de la portería a cero es trabajo de los dos porque en los entrenamientos disputamos dos personas para un mismo puesto. Somos compañeros, nos llevamos muy bien y siempre hay rivalidad pero es sana y natural. Si él hace las cosas bien, yo las quiero hacer mejor y él las hace mejor. Eso hace que los dos mejoremos a pasos agigantados y estoy seguro de que pronto tendrá su oportunidad.

¿Alguna ritual antes de comenzar los partidos?: Siempre he tenido la manía de tocar tres veces seguidas el larguero. Este año, en el último partido de pretemporada contra el Elche, no me dio tiempo a hacerlo y toqué dos veces el palo derecho. En ese partido quedamos empate a 0 y ahora lo que hago es tocar el palo de arriba tres veces seguidas y luego dos veces el poste derecho.

¿Qué objetivo tiene esta temporada?: A nivel individual seguir manteniendo la portería a cero y mi buen estado como portero. Nunca he tenido un nivel tan alto el que tengo ahora. Y a nivel colectivo la máxima aspiración es ser campeones y ascender a División de Honor. Nos va a costar mucho porque hay muy buenos equipos en la Liga, pero siguiendo la línea de trabajo que llevamos, seguro que podemos llegar.